Esta mezcla resulta ideal para espesar salsas y guisos hacia el final de su cocción.
Con un tenedor o con los dedos se amasan mantequilla y harina en cantidades iguales hasta formar una pasta.
Al liquido caliente se añade en pequeñas cantidades,
batiendo con una cuchara de Madera,
se deja hirviendo a fuego lento hasta que la salsa espese y este suave,
y haya perdido su sabor a harina cruda.
Es importante mantenerla a fuego lento
(una temperatura constante y apunto de ebullición, pero sin hervir)
para evitar que se corte.
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